viernes, 13 de abril de 2007

Mis lágrimas saladas como mares...

Hoy, un tanto nostálgico, he recordado un poema triste que escribí algunos años ha. Rescato para vosotros este poema del baúl de mis recuerdos.


Mis lágrimas saladas como mares
un día, con el tiempo, se secaron
y aquel dolor sin fin se volvió suave...
Mi amor es todo aquello que ha quedado.

La copa amarga y cruel llena de acíbar
que llevo eternamente entre mis manos
me sabe amarga y dulce a cada día
y bebo con fruición a cortos tragos.

Me adentro entre los mares del recuerdo
llevando mi dolor como un amigo
que está siempre a mi lado, en el silencio.

Encuentro algún placer en siempre amarte,
amarte aunque sin ser correspondido
amarte aunque sin fin... Pero aun amarte.