martes, 4 de septiembre de 2007

Sediento de ti

Sediento de ti

Recuerdo aquellas tardes que no estabas,
en las que tantas veces te busqué
recuerdo que en mis sueños te anhelaba
y cuando me rendí... por fin te hallé

Tenía tanta sed de tu mirada
que cuando por fin te tuve ante mí,
amada mía y sueño de mi almohada,
tus ojos en los míos yo bebí.

Bebí sabiendo que en algunas fuentes
no quedas satisfecho con beber.
No sacias una sed en agua ardiente
ni en unos ojos negros de mujer.

En cuanto más te miro más te anhelo,
me pierdo en esta sed de amarte a ti,
Y si es que de beberte yo me muero
Si tú no estás también me he de morir.