Hablando en un foro con un amigo he recordado mi primer poema, a ver si me sale del tirón:
Ser tu ángel de la guarda yo quiero
y de rodillas en tu ventana
poder vigilar tu dulce sueño
y despertarte por la mañana
poniendo un dulce y cálido beso
mi amada, en tu boca de grana.
Aunque ahora que lo releo está un poco dislocado en el último verso, ripioso y en exceso empalagoso...
viernes, 30 de octubre de 2009
lunes, 26 de octubre de 2009
miércoles, 7 de octubre de 2009
Pequeñas cosas que meditar
Es triste tener que olvidar un número de teléfono de alguien que se a ido.
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