
Ser tu ángel de la guarda yo quiero
y de rodillas en tu ventana
poder vigilar tu dulce sueño
y despertarte por la mañana
poniendo un dulce y cálido beso
mi amada, en tu boca de grana.
Aunque ahora que lo releo está un poco dislocado en el último verso, ripioso y en exceso empalagoso...