
Me gusta verte dormida
con tu cabello de mar
sobre mis sabanas negras
cansada de tanto amar.
Dormida tan dulcemente
son tus labios de cristal
a la polilla en mi pecho
la luz de un claro fanal.
Si estás dormida en mi pecho
arrebolado el color
te atraparía por siempre
en el sueño de mi amor.