miércoles, 14 de febrero de 2007

Por San Valentin...

Dijo Jose Angel Buesa, mejor de lo que hasta ahora he sabido decirlo yo, acerca de la mujer amada:

"Porque aunque nadie sabe lo que a nadie le digo,
la noche entera es corta para soñar contigo
y todo el día es poco para pensar en ti."

Así mismo le digo a la mujer a la que amo, mi princesa azul, de mi propia pluma:

"Si tu no estás ya nada vale nada;
si te llevas tu luz me siento solo;
tu risa, voz y aroma en ti se marchan;
y aquí te espero yo mientras te añoro..."

Y al resto de vosotros me hago eco de Papel en blanco y os conmino a leer El collar de la paloma de Ibn Hazm; un cordobes del siglo XI que tiene en su haber obras filosóficas, históricas y teológicas; y rescato de tan hermosa obra este pasaje:

Otra señal de amor es que tú has de ver cómo el amante está siempre anhelando oír el nombre del amado y se deleita en toda conversación que de él trate. Este tema es su muletilla constante y nada le divierte como él, sin que le retraiga de hacerlo el temor de que las gentes adivinen su secreto y los circunstantes comprendan su inclinación. ¡El amor te vuelve ciego y sordo! Si el amante pudiera conseguir que en el sitio en que se halla no hubiera otra plática que la referente a quien él ama, jamás se movería de allí.

Más información:
Ibn Hazm: El collar de la paloma
Tratado sobre el amor y los amantes: El collar de la paloma

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